Con la partida de un gran hombre, en todo el sentido de la palabra, sentimos un espacio vacío en nuestro corazón, en el cual albergaremos las sobresalientes cualidades y valores de nuestro Querido Hermano Américo. Al igual que el Quijote supo la importancia que tiene practicar la empatía, ser tolerante y un incansable buscador de la verdad. 

Su trayectoria por nuestra orden ha quedado marcada por una estela de trabajo bien realizado. De sus 91 años de vida, 62 de ellos los dedicó con abnegada pasión a la Francmasonería, ejerciendo variados cargos en su logia, llegando a ocupar el cargo de presidente en el año 1973.  Ese mismo año, se incorpora a la Asamblea de la Gran Logia de Chile, permaneciendo en ella durante 49 años. 

Durante todos estos años, trabajó incansablemente por el principal objetivo de la masonería: la formación de hombres libres en espíritu y conciencia. Este trabajo que tuvo gran connotación fue posible por sus cualidades sobresalientes de hombre íntegro, sabía mostrar el respeto hacia los demás y su capacidad para actuar éticamente en las diversas situaciones en que se veía enfrentado. Esto lo llevó a ser  distinguido por sus hermanos eligiéndolo como; Gran Experto, Segundo Gran Vigilante y Consejero de la Gran Logia de Chile.

 En el año 2018, en reconocimiento a su labor desarrollada en las distintas instancias del gobierno de la Orden, es distinguido como Miembro Honorario de la Gran Logia de Chile, honor reservado para una pléyade muy reducida de hombres.

Su personalidad estricta, acompañada de expresiones fraternas fue el exacto equilibrio que permitió ser reconocido como un maestro de excelencia, generaba la autoridad necesaria sin perder la conexión afectiva con sus hermanos. Esto fue reconocido por los Grandes Maestros, ya que recurrieron a él en variadas oportunidades, solicitando su participación en la organización de la reunión interamericana de la masonería realizada en Santiago de Chile. Más de una vez, se solicitaron sus buenos auspicios, para reordenar algún cuerpo masónico. También participó en el estudio de nuestros documentos fundamentales que establecen nuestros principios y normas que regulan nuestro quehacer y muchos otros. Trabajos que realizo con dedicación y minuciosidad   

En lo personal, conocí al Querido Hermano Américo del Río Vásquez en las actividades de los centros femeninos, a las cuales constantemente asistía acompañando a nuestra Querida Hermana Virginia, pues las consideraba de alta importancia para la formación de las Hermanas como por la actividades filantrópicas que nos debía enorgullecer. También, me tocó presenciar la utilización de su frase relativa a los fenicios y sus efectos que producía al interpelado.

Querido Hermano Américo del Río Vásquez fuiste un maestro de maestros, muchos hermanos recuerdan vuestras enseñanzas, ahora que tu tiempo entre nosotros ha terminado, te agradecemos vuestra existencia y que el Gran Arquitecto te reciba para que tengas el descanso eterno de los hombres de bien.

Querida Hermana Virginia, Alejandro, Elizabeth  y Diana, recibid las más sinceras y cariñosas condolencias en nombre del gobierno superior de la orden. Nuestros mejores sentimientos están con ustedes.

Querido Hermano Américo del Río Vásquez, descansa en paz, vuestros hermanos te recuerdan.