Los 100 años del Hermano Alejandro Jara
Hace unos años, entrevistamos al Hermano Alejandro Jara y nos decía que había quedado bonita su semblanza. Hoy quisimos recordar ese momento- ya han pasado 4 años- porque él no imaginaba que llegaría a cumplir un siglo.
Su iniciación la considera un hecho inédito pues en esa oportunidad se iniciaron tres hijos de masones en una ceremonia dirigida por sus respectivos padres: desde el sitial del Venerable Maestro, un ex Venerable Maestro de la Logia; desde el sitial del Primer Vigilante, el titular del cargo, y desde el sitial del Segundo Vigilante, su padre, ex Venerable Maestro de la Logia de Los Ángeles, que había sido especialmente invitado para concurrir al acto y desempeñar en él dicha función. Además, concurrieron a la ceremonia el Gran Maestro acompañado por miembros del gobierno de la Orden, numerosos hermanos de otras Logias entre los cuales figuraban algunos profesores de la Escuela de Derecho y miembros de la Juventud Radical. Un hito que pareciera no se ha repetido, según contó en esa oportunidad.
No recuerda lo que dijo en el ágape con que culminó la ceremonia, pero no ha olvidado que fue interrumpido tres veces por los aplausos de la concurrencia. Sintió una emoción muy profunda y se dijo a si mismo que era un “masón afortunado”. Sonríe al recordar el hecho y volver a pensar que debe haber dicho algo trascendente para que se produjera esa reacción.
Un masón que sigue siendo aprendiz y habla de la soberbia como una inquietud.
Ha recibido, además la medalla por 50, 60 y 70 años de permanencia ininterrumpida en la Institución . El año 2016 recibe la calidad de Miembro Honorario de la Gran Logia de Chile y en 2020 es designado ex Gran Maestro Honorario de la Gran Logia. Por su parte el Gran Oriente del Brasil lo designa Gran Maestro de Honor.
Se considera un hijo típico de la clase media provinciana de Chile. Al abrigo de la educación pública gratuita que entonces ofrecía el Estado hizo sus estudios en el Liceo de Hombres de Los Ängeles, en el Internado Nacional Barros Arana y en la Universidad de Chile. En 1951 se gradúa de Abogado. Por lo que califica como “circunstancias de la vida” ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde, después de 30 años de servicios culminó su carrea diplomática como Embajador de Chile en Turquía, Irán y finalmente en Colombia. .