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Masón Guillermo Peña Urizar:
Un héroe naval
Antonio Maurer Maestro de la Logia Aurora N 6, hace un repaso histórico del Querido Hermano Guillermo Peña Urizar quien ingresó a su misma Logia, el 30 de agosto de 1869”, y llegara a ocupar el cargo de Segundo Vigilante en su condición de Maestro.
Según el Hermano Maurer, Guillermo Peña Urizar, es, sin duda un Hermano ejemplar para las futuras generaciones, por su valentía, coraje y cumplimiento de su deber.
Ingresó a la Escuela Naval el 26 de marzo de 1858, egresando como guardiamarina sin examen en 1861, formando parte de la promoción conocida como el “Curso de los Héroes”, a la que pertenecieron destacados héroes de la Guerra del Pacífico como Juan José Latorre, Carlos Condell, Luís Uribe y Jorge Montt. Al salir de la Escuela Naval se embarcó en la corbeta “Esmeralda”.
El 10 de septiembre de 1862 ascendió a teniente 2°. Posteriormente, se embarcó en la fragata mercante “Juana Guzmán”, en la que navegó a lo largo de la costa de Chile. En 1865 fue nombrado profesor de la Escuela Naval y el año 1868 se embarcó en el “Maipú”. Al año siguiente, pasó a ser profesor de la Escuela de Aprendices de Marineros.
El 16 de septiembre de 1870, ascendió a teniente 1° y fue enviado en comisión a Inglaterra a un curso de perfeccionamiento y luego atender la inspección de buques en construcción el año 1872. Desde el año 1877 se desempeñó como segundo comandante del blindado “Blanco Encalada”, participando en las acciones de la Guerra del Pacífico, tomando el mando del blindado “Huáscar” luego de su captura en Angamos, convirtiéndose en el primer comandante chileno de él.
El Huascar en la Bahía de Valparaíso
Los primeros días de enero de 1880 tomó el mando del “Loa”, participando en los bloqueos de los puertos de Perú y en el bombardeo y toma de Arica.
El 3 de julio de 1880, hace 143 años, “luego de haber entregado humanitariamente a mñás de 500 peruanos herídos capturados durante la batalla de Tacna” , mientras la Escuadra permanecía fondeada en El Callao, el transporte “Loa” mantenía la guardia fuera de la bahía, ocasión en que divisó cerca de la costa un lanchón, saliendo en su persecución, quedando éste al garete al ser abandonado por sus tripulantes. Sin sospechar que se trataba de una trampa, decidió capturar y traer el lanchón al costado de su buque, ordenando que se subieran a bordo los víveres que tenía . Al izar el último bulto, una gran explosión destrozó su casco, provocando el hundimiento del “Loa” y la muerte de 112 tripulantes. Sabiéndose responsable del desastre y haciendo honor a la tradición, decidió hundirse con su buque.
( Datos biográficos tomados del sitio Museo Naval)