El año 2005, la Organización de Naciones Unidas aceptó por unanimidad la solicitud del Ministro de Relaciones Exteriores de Israel de la época de recordar cada 27 de enero a las víctimas del holocausto en honor a los seis millones de judíos, gitanos, personas discapacitadas, homosexuales, masones, disidentes políticos y todos aquellos perseguidos y asesinados por los nazis y sus colaboradores.

A la ceremonia asistió la Ministra de Relaciones Exteriores Antonia Urrejola, quien fue acompañada por el Ministro de Educación Marco Antonio Ávila, representantes del Cuerpo Diplomático, representantes de B’nai B’rith Chile y de la comunidad judía en Chile. En representación de la Gran Logia de Chile asistió el Jefe del departamento de Asuntos Públicos de la GLCH Mario Solar.

En memoria de los seis millones de judíos se encendieron seis velas, mientras que una séptima fue en recuerdo de aquellos otros tantos que murieron bajo el dominio nazi. En este último encendido participó Mario Solar en representación de la Gran Logia de Chile.

El acto también contó con el testimonio del sobreviviente del holocausto, Rudy Haymann, quien narró cada las crudas experiencias que tuvieron que vivir para refugiarse en nuestro país donde reside actualmente. Recordó que en 1939 compraron visas al Cónsul de Uruguay en Berlín para poder viajar en barco en Montevideo. Lamentablemente al llegar a destino se les negó el ingreso al país obligándolos a devolverse en el mismo barco a su destino de origen. Para estas 68 personas volver era sinónimo de una muerte segura. Sin embargo, en ese mismo momento en Montevideo se estaba llevando a efecto una convención parlamentaria sudamericana y contactaron al representante de Chile, quien envió una nota al presidente de la época el QH Pedro Aguirre Cerda, quien autorizó el ingreso de los refugiados a Punta Arenas.